14/4/08

Crisis sistémica, el colapso del capitalismo


Istvan Mészáros: "El significado original de "economía" es el de la buena administración de un mundo con recursos finitos. El despilfarro extremo así como la terrible subutilización de los bienes producidos (capitalismo del desperdicio) es la antítesis de la economía."

Paul M. Sweezy, The Triumph of Financial Capital (1994): "Tradicionalmente la expansión financiera ha ido de la mano de la prosperidad en la economía real. En las últimas décadas del siglo XX esto dejó de ser así y sucede más bien lo contrario. La expansión financiera no se nutre de una economía saludable y en expansión sino de una economía enferma y estancada."

Ernesto Molina Molina: "El productivismo sin límite, sin criterio a largo plazo, sin medir las consecuencias más remotas de nuestros actos productivos, con un enfoque fragmentario, desata efectos no intencionales que se imponen a espaldas de los productores de esos actos."

Robert Kurz: "El fin de la modernización significa, pues, que, además de tener que superar la forma capitalista de reproducción, durante mucho tiempo una sociedad postcapitalista tendrá que lidiar con las consecuencias de la destrucción capitalista de la naturaleza".

Síntomas de alarma global


. George Soros (Davos 31/01/2008): "no una crisis normal sino el final de una era"

. Bill Gates (Davos 31/01/2008): "Tenemos que encontrar una manera para que los aspectos del capitalismo que sirven a los más ricos sirvan también a los más pobres" sic!

. El 18 de marzo de 2008, medios alarmistas rumorearon que se habría celebrado la cuarta sesión a "puerta cerrada" del Congreso de EEUU en la historia, donde se discutió la posibilidad de un inminente colapso de la economía norteamericana para septiembre 2008, el colapso de las finanzas en febrero 2009 y la introducción de una nueva moneda llamada "amero" que funcionaría como moneda única entre EEUU, Canadá y Méjico.

. El País de 24 de abril 2008 publicaba un artículo con el título "El apocalipsis del capitalismo" donde se recogen las opiniones de los asustados miembros del establishment neoliberal (Rodrigo Rato, el economista Paul Krugman, Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard y ex economista jefe del FMI; David Rosenberg, estratega jefe de Merrill Lynch; Henry Kaufman, jefe de Solomon Brothers entre 1970 y 1980 y dueño de un Hedge Fund; Bernard Connolly, analista de AIG y exjefe de análisis de la Comisión Europea, Stephen Roach, jefe de operaciones en Asia de Morgan Stanley.

. Ya funciona en la web un próspero negocio de venta de información catastrófica: Informe del Laboratorio Europeo de la Anticipación Política (LEAP/E2020) : "el último trimestre del 2008 será el principio de un nuevo seísmo económico que desplegará con toda su crudeza la actual crisis del sistema-mundo capitalista"... "la congelación virtual de la maquinaria económica norteamericana: Bancarrotas privadas y públicas en grandes cantidades, compañías y servicios públicos cerrándose masivamente"

Crisis sistémica


Tras engullir China y la URSS, el capitalismo ha alcanzado su última frontera. Al perder sus potencialidad expansiva, las contradicciones internas del sistema le llevan a la implosión. No estamos ante una mera crisis pasajera, ni siquiera ante una gran depresión "remontable" como fue la de los años treinta, estamos ante una crisis estructural en la que el capitalismo está perdiendo toda capacidad para regular sus propias contradicciones.

Se trata de una crisis sistémica. El sistema otorga, en exclusiva, la función social de invertir a un menguante e hiperconcentrado grupo de capitalistas cuyas empresas han alcanzado posiciones de quasi monopolio en buena parte de los sectores de la economía y que no invierten incluso obteniendo píngües beneficios.


La crisis actual no comenzó con los problemas financieros, y el salvataje financiero no acabará con la crisis. No se trata sólo de una crisis financiera sino una crisis sistémica global, y la fiebre y el descalabro financiero no serían más que los síntomas inequívocos de un proceso que ha entrado en su fase terminal.

Se trata de una nueva etapa en la que la posibilidad de experimentar nuevos ciclos alcistas se ha evaporado. Hemos entrado en un "continuum depresivo" en el que el sistema ha perdido toda capacidad de remontar. Se trata de una crisis longeva, duradera, crónica, endémica, acumulativa, sistémica, estructural y permanente. El capitalismo ha entrado en un proceso de licuación y la perspectiva es la de un espectro de destrucción global.

La Depresión Permanente


No existen mecanismos de administración de la crisis. El keynesianismo murió en los sesenta para no volver a levantar cabeza nunca más. Todo lo que parecía sólido se desvanece. Ingresamos en un nueva fase, sin intervalos cíclicos de expansión y recesión. Lo que vamos a experimentar a partir de ahora es una sucesión de fuertes socavones y fugaces espejismo de recuperación ensartados en una pendiente depresiva sin fin. Hemos entrado en la 3ª Depresión. La primera Depresión capitalista, 1870-1882, (que degeneró en la 1ª Guerra Mundial) se denominó "la Larga Depresión". La segunda, la de los años treinta, se ganó el sobrenombre de "la Gran Depresión". En 2008 empezó la 3ª Depresión y esta vez nada indica que el sistema pueda superarla. Los recursos de un planeta en estado lamentable son finitos y ya no hay margen para una nueva expansión depredadora. Hemos entrado de lleno en la Depresión Permanente, una 3ª Depresión de la que no se podrá salir en condiciones de capitalismo.

Crisis de sobreproducción



Una contradicción insertada en la médula del sistema. El capitalismo hace crecer la productividad sin pausa hasta que el trabajador se convierte en un pincha botones de una masa enorme de capital acumulado y apropiado por un cada vez más reducido número de capitalistas.

Con salarios cada vez más bajos se produce más y más pero la capacidad de consumir se reduce más y más. El temido fantasma de la crisis de sobreproducción sobrevuela de nuevo el sistema.

El fluido económico siguió retroalimentándose estos últimos años gracias a que los asalariados recurrían a las horas extraordinarias, obtenían dos o más empleos, ponían a trabajar a más miembros de la unidad familiar, trabajaban a tiempo parcial, suprimían días festivos, etc., con el fin de llegar a fin de mes y poder ejercer sus "derechos" como consumidor... Pero esto no era suficiente y se hacía preciso suministrar un flujo permanente y creciente de endeudamiento para que no decayera el consumo. La "soberanía del consumidor" se ejercía envuelta en una cada vez más espesa telaraña crediticia.

El sistema parecía funcionar, pero se trataba de un enfermo entubado y drogado. En los últimos años la drogadicción aumentó hasta el paroxismo, convirtiendo a la mayoría de instituciones financieras en verdaderos traficantes de crédito adulterado. Era el preludio del colapso.

La historia del capitalismo. Una historia mal contada


La historia del capitalismo se ha presentado como una senda de crecimiento sostenido salpicada por algunos períodos de crisis. En realidad la tendencia al estancamiento es inherente al sistema y está profundamente enraizada en su funcionamiento. Cuanto más avanza la concentración del capital más evidente resulta la tendencia al estancamiento.

No se trata de un sistema que se autoajusta y redirecciona automáticamente en la senda del desarrollo y el crecimiento. Por el contrario, es un sistema que tiende al colapso permanentemente bajo el peso de sus contradicciones, y las condiciones para la "recuperación" - sólo reaparecen si hay expansión: depredación colonial, privatización de comunales y bienes públicos, malbaratamiento de los recursos naturales, guerras y manías especulativas -, han sido cada vez más drásticas y peligrosas.

Todo capitalista quiere ser un monopolista. Las empresa capitalista se esfuerza en aplicar nuevas tecnologías y aumentar su productividad para desbancar a sus rivales. Pero, aunque las empresas punteras generen nuevos puestos de trabajo, los avances en productividad se generalizan y el sistema acaba expulsando mano de obra. Esto fuerza los salarios a la baja y reduce el consumo, con lo que la producción se queda por vender (crisis de sobreproducción). La reacción de las empresas no monopolistas a la caída de los beneficios subsiguiente, es la de reducir costes, con lo que se entra en una espiral de la que sólo puede salirse con una ulterior expansión del sistema.

Hasta la globalización, esta fue la manera de salir de las crisis y de las grandes depresiones. Pero esto no significa que el sistema pueda "reiniciarse" (aunque pueda parecerlo tras la contiendas mundiales). El sistema, como el cáncer, sólo es capaz de recuperarse si tiene alguna posibilidad de expansión ulterior. Con la globalización esto ya no es posible. La globalización capitalista ha metastatizado ya los más recónditos recovecos del planeta. Casi nada queda ya por monopolizar, someter o doblegar. El capitalismo ha llegado a una frontera interna que ya no podrá superar. La crisis y la depresión, a partir de ahora, van ha ser permanentes. Hemos entrado en la fase bárbara del capitalismo, en la fase de la auto liquidación de la sociedad humana.

La última etapa "boyante" del sistema se caracterizó por una orgía indescriptible de despilfarro de elementos y recursos no renovables, de intoxicación irremediable del planeta en aras al productivismo-consumismo irracional de lo superfluo, lo descartable, del lujo asocial, de la obsolescencia planificada por el capital monopolista, ... orientada a un segmento cada vez más restringido de la población del planeta con derecho a voto en el mercado capitalista. En la fase terminal, la exclusión creciente y generalizada, conducirá a la disolución de lo que las últimas generaciones han conocido como "sociedad".

La economía del "desconocimiento"


Los gurús de “la nueva economía”, los máximos exponentes del neoliberalismo en boga, se postulaban ellos mismos como el nuevo valor del crecimiento exponencial donde sus “ideas”constituyen las nuevas fuerzas productivas, los verdaderos motores del desarrollo económico. En esta dinámica y según estos nuevos parámetros productivos, los matemáticos de Wall Street diseñaban “productos” financieros modernos con una tecnología tan sofisticada que hacía desaparecer hasta la misma noción de riesgo.

El ciclo económico había quedado atrás y una era de crecimiento indefinido había llegado. Francis Fukuyama decía: “La historia ha terminado. El capitalismo y la libertad van mano en mano.” Un sistema de crecimiento sin fin, sin ciclos depresivos, un enorme pastel, necesariamente mal repartido, pero donde todos ganan al fin y al cabo.

En este eufórico entorno, defendido y alabado en todos los foros y medios de comunicación, lo que en realidad se bendecía era la minusvaloración, sobreestimación y descarada ocultación de los factores y parámetros letales que van a determinar la trágica historia del siglo XXI. La "nueva economía", la "economía del conocimiento", era en realidad la "economía del desconocimiento", la contra-economía.

Quien iba a suponer el sorprendente milagro de la apresurada conversión de tan recalcitrante grupo de apostatas en fervientes creyentes y adoradores de San Ciclo.

Paul Krugman, admirador entusiasta en su día de los e-men de Enron, que recomendaba en 1999 "bajar del desván a Adam Smith y Alfred Marshall para entender la economía del nuevo milenio", a ha vuelto al desván, a hurtadillas, a por La Teoría General de J.M. Keynes, y ha sido el primero en colgarse de nuevo la etiqueta de seguidor del primer economista burgués que entendió que el capitalismo, sin ortopedia, tendía automáticamente al estancamiento (y le han dado el Premio Nobel). Pero la economía del nuevo milenio sigue sin entenderla, se le escapa y dudo que vuelva al desván a desempolvar los antiguos libros de economía marxista.


Burbujas alucinógenas


El enorme globo crediticio-financiero, verdadero hijo legítimo de la "economía del conocimiento", no ha resistido a pesar de los innumerables parches, y se resquebraja por momentos ante los ojos incrédulos de los adeptos.

Desaparecido el velo de la burbuja financiera, en pocos meses se ha hecho evidente la peligrosa derrota que ha tomado el planeta. A la economía del conocimiento se le han fundido los plomos.

Con el estallido de la burbuja financiera el consumo ha parado en seco. Se ha iniciado la espiral depresiva. Sin consumo no hay demanda y la producción no se vende a los precios corrientes. Sin beneficios el propietario no monopolista de los medios de producción echa el cerrojo y despide. Pero sin trabajo no hay consumo. Y el sistema financiero ya no está aquí para bombear suero a un enfermo con mono en fase aguda.


Es todo el sistema el que cruje. Hay crisis financiera, crisis monetaria, crisis de sobreproducción, crisis energética, crisis ecológica, crisis climática, crisis hídrica, crisis alimentaria, crisis democrática, crisis de valores,… todas retroalimentándose. Se trata de una crisis poliédrica. Demasiado jaleo para la economía del conocimiento.

No queda más "espacio ecológico" para la depredación capitalista


Las sociedades precapitalistas se dotaban en general de válvulas de conservación que permitían la recuperación del medio natural necesario para la reproducción social. Pero incluso sociedades y culturas con mecanismos verdaderamente sutiles de autoregulación fenecieron y desaparecieron. Malos augurios pues frente a la deriva infernal que ha tomado el sistema.

Mientras las sucesivas crisis y antagonismos internos podían ser manejados mediante sucesivas olas de expansión depredadora, los economistas suministraban machaconamente argumentos en favor del sistema. Al perder su potencialidad expansiva (tras engullir al bloque soviético y a China) la persistencia depresiva está dejando en cueros el miserable discurso de sus acérrimos acólitos.

Organizar todo el andamiaje productivo sin ningún tipo de planificación social o ecológica, en base a la codicia sin freno y la inversión irresponsable, confiando en que milagrosas "soluciones técnicas" resolverán la gigantesca acumulación de desmanes que genera el sistema de la mano invisible, es un planteamiento suicida.

Las burbujas crediticio-financieras crean entornos alucinógenos que ocultan muchas cosas y enturbian la realidad:

. El Sunami climático da margen para 10 o 20 años. Si las cosas siguen "business as usual", con "mercados" de CO2 y elucubraciones sobre supuestos carbones "limpios" (40 millones de $ de propaganda y lobbying por una tecnología que Businessweek a acabado confesando que está a varias décadas de su posible viabilidad), varios grados centígrados se añadirán a la temperatura media actual y el desastre medioambiental será irreversible.

. Los científicos, a pesar de las presiones sin número de las multinacionales, están de acuerdo en que el calentamiento es un proceso que pude entrar en fase exponencial en cuestión de pocos años.

. La fusión la la superficie helada del Ártico revertirá su función de espejo a la de acumulador térmico (La fusión del Ártico está produciéndose a un ritmo tal que algunos científicos pronostican que podría quedar total o parcialmente libre de hielos en el verano del 2013).

. El calentamiento no es uniforme, avanza más en los polos que en el ecuador y más en el polo norte que en el polo sur.

. Al parecer hemos traspasado ya un peligroso umbral puesto que recientemente se han descubierto enormes depósitos de metano bajo las aguas del Ártico que ya están aflorando masivamente a la atmósfera a medida que aumenta el deshielo del casquete polar (el efecto invernadero del Metano es 20 veces superior al CO2). Se puede tratar ya de un feedback clásico: a mayor calentamiento, menos hielo, con lo cual se libera más metano, lo que a su vez genera mayor calentamiento.

. Pero además, tras la fusión del Ártico viene inmediatamente la fusión de las turbas nor-siberianas, fenómeno que puede liberar miles de millones de toneladas adicionales de metano. A más temperatura, más CO2 y metano, por la aceleración de los procesos de descomposición de la materia orgánica.

. Se trata de una compleja maraña de procesos interrelacionados retro-alimentándose (feed backs) que ya estaba aquí, mientras la "economía del conocimiento" y las cátedras de economía burbujista elaboraban sofisticados modelos coste-beneficio para "preparar" a las corporaciones para sacarle tajada al desastre.

. La viabilidad de los sustitutivos de los combustibles fósiles en el corto o medio plazo para mantener las actuales tasas de crecimiento económico es quasi cero. Otra cuadratura del círculo. Además, cualquier sustitutivo del petróleo tendría que abrirse camino en un sistema dominado por las grandes corporaciones petroleras que esperan vivir su época de platino en el siglo XXI.

. La deriva hacia un cambio climático catastrófico que el neoliberalismo sigue buscando convertir en un lucrativo negocio más de los mercados. Los mercados del CO2 (Kyoto y demás) resolverían, según los e-men, los problemas del cambio climático, creando, como no, lucrativas oportunidades de negocio que se insertarían de forma natural en la deriva burbujista crediticio-financiera.



Las consecuencias: estados en quiebra, paro para la gran mayoría del planeta y hambre.


Los "perdedores", cada día que pasa, somos más. En los países con alta exposición a la burbuja-financiero-inmobiliaria (EEUU, R.U., España, Irlanda, Islandia, Portugal, Grecia) la debacle es inminente mientras la lista de estados en quiebra (failing states) y estados mafiosos se dispara.

El sistema es incapaz de emplear a buena parte de la población del planeta. Lo que los teóricos del sistema consideraban un "ejército de reserva" que forzaba a la baja los salarios de los que aún trabajaban, se ha convertido en una catástrofe social sin parangón en la historia de la humanidad.

La plaga del hambre y la pobreza extremas empieza a extenderse por el mundo. Para la economía de mercado monopolista los únicos hambrientos que cuentan son los que tienen dinero para comprar sus alimentos. Si hay excedentes alimentarios éstos no pueden regalarse a los hambrientos, porque se produciría la caída de los precios agrícolas y los beneficios.

Los alimentos, sujetos a la presión de los bio-combustibles, el precio del petróleo y la energía, la falta de agua, la descomunal desproporción de riqueza entre campo y ciudad, y sobre todo a la especulación del capital que ya no sabe en que especular, se han convertido en la última frontera del capitalismo, aunque ello implique la aniquilación por hambre de buena parte de la población del planeta.

Especular o especular. Al sistema no le quedan más argumentos


Estamos en situación de crisis sistémica. Los más ricos lo saben y responden de acuerdo con las pautas que dicta el sistema. Sin cortarse un pelo Deutsche Bank recomienda a los inversores especular en alimentos.

La plaga del hambre está llamando a la puerta. 37 países están en urgente necesidad de alimentos. El BM y el FMI, los principales responsables del desastre, anuncian que 100 millones de personas padecen ya hambre severa. Y como solución proponen más de lo mismo. Para implementar sus terapias de choque, cuanto más aterrorizada esté la población menos resistencia ofrecerá.

Los especuladores (Fondos de inversión, fondos hedge y demás) se han lanzado silenciosamente sobre las "commodity" como un enjambre de langostas. Las inversiones en carne y cereales en el mercado de Chicago (principal mercado de operaciones a futuros en materias primas y alimentos) se quintuplicaron en 2007, alcanzando la cifra de 47.000 millones de $.

Hay una puja desenfrenada para adquirir tierras de cultivo en todo el mundo. Las multinacionales de la alimentación y algunos fondos hedge están comprando enormes complejos de almacenamiento de grano para poder especular, retirando del mercado los contingentes precios para forzar los precios, en un moderno "remake" del canallesco hagiotaje que desencadenara la revolución francesa.

A pesar de la crisis, las riquezas personales de los millonarios del mundo subieron un 5 por ciento en 2007 hasta alcanzar los 109,5 billones de dólares (Boston Consulting) y suma y sigue: El 0.001% más rico ya detenta el 20% de la riqueza mundial.

Mientras las grandes corporaciones de la alimentación siguen la estela de las petroleras amasando beneficios récord. Monsanto comunicó que en el último trimestre había doblado sus beneficios netos con respecto al año anterior (de 543 millones de $ a 1.120 millones). Cargill casi dobló los suyos en el mismo período (de 553 millones a 1.030 millones). Archer Daniel Midland, unos de los mayores procesadores de soja del mundo, había multiplicado por 16 sus beneficios en la comercialización de grano (de 21 millones a 341 millones)

Esperanzas fallidas y locomotoras descarriladas


Tras el colapso hipotecario de EEUU la esperanza de una "locomotora" alternativa que tire del consumo estaba depositada en China. Pero la realidad de China es un capitalismo neoliberal sobre bases totalitarias que, de momento, niega cualquier concesión a su ejército proletario (como demuestra el fracaso la implementación de la ley del Contrato de Trabajo que entró en vigor en enero 2008). El consumo de la delgada capa de directores y capataces de la sobreexplotación de las masas chinas no podría jugar nunca ese papel.

El colapso de las exportaciones significará pronto para el gigante asiático una crisis de sobreproducción catastrófica en una economía con un exceso de capacidad productiva instalada descomunal. La crisis arrastrará a Japón y Corea del Sur, y desestabilizará toda la zona.

Pero, en fin, ... viva el capitalismo monopolista. De especulación a especulación y tiro por que me toca. ¿Y ahora que toca ..... ? pues especular en alimentos, materias primas, o bancarrotas estatales. El mercado tiene esas cosas.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy elocuente y completo tu artículo. La verdad nos encontramos a las puertas de un huracan tipo 5, en lo que se refiere a los tiempos por venir.

Yo tambien le estoy dando seguimiento a los signos vitales de este cuerpo desahuciado y en etapa terminal, llamado "libre mercado"

http://crisisistemicaglobal.blogspot.com/

Johnny Tastavins dijo...

Se me ocurre de entrada calificarte de catastrofista, pero joder, es que no hay por donde atacar uno solo de los argumentos que desarrollas.

Simplemente desear que te equivoques, por lo menos en alguna cosa, ¿no? Porque si no te equivocas es como para sacar una cuerda colgarse.

Anónimo dijo...

No Johnny, no es para cojer la cuerda y ahorcarse. Es para agarrar cientos de sogas y colgar a los neoliberales, a los ricos y a todo aquel que nos pisa bajo su bota. REVOLUCIÓN YA.

Anónimo dijo...

Visiten la página de Lyndon Larouche http://espanol.larouchepac.com
Aquí se explica en detalle lo que aquí se comenta.

Cris Pérez dijo...

Gracias por la excelente fuente bibliográfica y por la coherencia del discurso.

Un saludo,


Cris

Jorge dijo...

Pues te estaba leyendo con interés, pero cuando he visto cómo empezabas a desbarrar con algo tan discutible y polémico como el Cambio Climático, he perdido todo el interés en el resto de tuexposición. Muy interesante la redacción, pero argumentos del estilo "El Sunami climático da margen para 10 o 15 años..." o "Los científicos, a pesar de las presiones sin número de las multinacionales, están de acuerdo en que el calentamiento es un proceso que pude entrar en fase exponencial en cuestión de pocos años." muestran tanta frivolidad en temas para nada claros, que la credibilidad de lo que publicas, a mi modo de ver, queda bastante puesta en duda.

Anónimo dijo...

Perdona Jorge,...

Pero aún estando de acuerdo contigo en cuanto a la inestabilidad de ciertos argumentos en cuanto al futuro cambio climático, no podemos desechar el resto del artículo, ni cuestionar su calidad total,...

A mi me ha parecido un compendio de ideas bien argumentadas y documentadas si cabe.