13/4/10

La burbuja china

Crecimiento del PIB 2009-10

Richard B. Freeman (2004): "Lo que más sorprende respecto a China es que por primera vez tenemos un gran país pobre que puede competir a la vez tanto en bajísimos salarios como en alta tecnología. Combina ambos y América tiene un problema."Keynes (General Theory of Interst, Employment and Money): "Espero ver al Estado tomando cada vez más responsabilidad para organizar directamente el esfuerzo en inversión" ... "Pienso que sólo una socialización de la inversión - inversión dirigida y organizada por el estado - es la única forma de asegurar una aproximación al pleno empleo" 

Un plan de estímulo colosal


Cuando la crisis global se manifestó con una caída en picado de sus exportaciones (- 25%) y un parón en el crecimiento económico (caída de dos dígitos del transporte de mercancías y en el consumo de energía eléctrica), Beijing reaccionó con un masivo plan de estímulo cercano a los 0.6 billones de $ en 2009 (equivalente al triple del norteamericano y una expansión billonaria del crédito bancario (unos 2 billones desde los primeros meses de 2009).

Keynesianismo chino vs keynesianismo occidental


Ningún otro país ha podido instrumentar un plan de estímulo de estas dimensiones y características. Japón ha venido instrumentando una política de estímulo estatal durante más de una década que sólo ha conseguido impedir que la crisis económica nipona se convirtiera en dura recesión. EEUU reaccionó con un gran plan de estímulo que tampoco ha dado los frutos esperados. Lo mismo ha ocurrido en Europa. En todos los casos los países han acumulado ingentes cantidades de endeudamiento sin conseguir que el gran ausente de la actual escena económica, la inversión, vuelva a recuperar su papel. Y es que cuando las grandes corporaciones no ven posibilidades de beneficio en la economía real no invierten, por más dinero que les caiga del cielo (helicópteros monetarios). De ahí la extraordinaria cantidad de dinero inútil en circulación y la consecuente deriva especulativo-financiera irracional en la que se debate el sistema.

En China, en cambio, el plan de estímulo no se ha traducido (inicialmente) en endeudamiento público disparatado sino en estímulo de la inversión pública que ha arrastrado al conjunto de sectores. El total de la inversión representaría más de la mitad del crecimiento del PIB durante los últimos tres años. La diferencia con el resto de economías occidentales está en la enorme amplitud del sector público chino, capaz de responder directamente a los estímulos estatales y traducirlos directamente en inversión. La actividad se ha recuperado (crecimiento acumulado superior al 30%) y por tanto las arcas públicas han ido recuperando los estímulos iniciales sin caer en endeudamiento.

Sin recuperación económica global el experimento chino está abocado al fracaso


Nunca en la historia se había dado un caso semejante de estímulo crediticio estatal. Esto ha conseguido mantener el crecimiento en la cota de los dos dígitos pero a costa de convertir al gigante exportador en un verdadero gargantua sobredimensionado y adicto al crédito.

Parte del dinero financió una ampliación sin precedentes de la capacidad productiva y una acumulación, también sin precedentes, de materias primas (el 90% del crecimiento registrado en 2009 estuvo directamente relacionado con las obras en infraestructuras en las zonas exportadoras costeras). Otra parte considerable se desvió vía corruptelas hacia la doble burbuja inmobiliaria (se construyen rascacielos a pesar de que los ya construidos se quedan vacíos) y del mercado de valores.

Características especiales de la burbuja financiera china


Se aduce que en el caso chino no hay una verdadera burbuja debido a que:

- El total de hipotecas, que no son baratas, es bajo. Los chino no se endeudan para adquirir productos de consumo. Las unidades domésticas no están sobreendeudadas. Hay un alto nivel de ahorro y muchos chinos pagan sus nuevas viviendas al contado.

- La inversión inmobiliaria se debe a la falta de alternativas de inversión.

- China posee muchas reservas y esto la protege frente a una crisis financiera.

Evidentemente las características de la crisis financiera que se avecina no van a seguir el mismo sendero que la crisis subprime en USA. Pero lo que cuenta es el nivel de deuda y esta no hace más que crecer y crecer.

- El endeudamiento no es en consumo sino en inversiones sin futuro. Inversión en sobrecapacidad sin salida. En este tipo de endeudamiento a largo plazo el valor de la inversión tiene que superar al de la deuda. Si el endeudamiento es para construir una autopista, el uso masivo de la autopista crea valor económico dado que los negocios mejoran debido a la disminución del coste y el tiempo del transporte. Esto permitirá ingresar más por impuestos y pagar sin problemas los intereses de las deudas contraídas. Si, por el contrario, el endeudamiento es para la construcción de, por ejemplo, un AVE Madrid-Albacete, el valor económico creado en comparación con la deuda es ínfimo. Las deudas contraídas no se podrán devolver y habrá problemas.

- Otra característica especial de la burbuja china es que se ha producido una verdadera explosión de los préstamos con garantía o colateral como metales (cobre, niquel, plantino, ...) o suelo. Si, de golpe, la economía china sufre un parón, los prestatarios tendrán dificultades en pagar intereses o amortizaciones, pero al mismo tiempo el valor colateral de esos préstamos se diluirá como un terrón de azúcar arrastrado por la recesión.

- Otra característica china es que existe un creciente mercado financiero en la sombra (al margen de las cuentas oficiales) en el que participan bancos y empresas públicas y en el que los tipos de interés y las condiciones del préstamo se contratan al margen de las autoridades financieras.

China 2012 -?: Estanflación


China no puede mantener el ritmo de inversión actual a base de malas inversiones a partir de más dinero impreso o divisas exteriores. Carreteras sin tráfico, trenes de alta velocidad sin pasajeros, oficinas, pisos y almacenes vacíos, ... (que inicialmente aumentan el PIB pero luego no generan rentas) son, en la práctica, el resultado de una política económica de sobrevivencia política que se va a traducir en estancamiento e inflación, la estanflación.

Los entes locales crearon vehículos financieros especiales que empezaron a gastar a manos llenas en adquisiciones improductivas de terrenos y proyectos en infraestructuras de dudosa rentabilidad económica. En poco más de un año se fue desarrollando un gigantesco esquema "Ponzi" (utilizando los nuevos préstamos para pagar intereses de los antiguos) que está a punto de explotar.


China padece de sobreinversión, infraconsumo y márgenes de beneficio cada vez más estrechos. Cuando las burbujas empiecen a deshincharse se generalizarán las suspensiones de pagos y los cierres de empresas. Decenas de millones quedarán sin empleo. Una deriva parecida a la de Dubai, menos rutilante pero a una escala aún más suicida cuyos efectos no se podrán neutralizar.

Consecuencias del pinchazo chino


Las consecuencias del pinchazo chino tendrá severas consecuencias para el resto del mundo. Los mercados de materias primas se hundirán (América Latina, Rusia, ....) . Su demanda de bienes industriales, partes y componentes a sus vecinos asiáticos caerá en picado. El apetito por la deuda pública USA disminuirá elevando los tipos de interés en USA y frenando cualquier posibilidad de recuperación.


Esta huida hacia adelante (pensando que la crisis sería pasajera) no ha hecho más que complicar más la situación de China y por supuesto la del resto del planeta. Si la causa profunda de la deriva financiera y de la a crisis es la sobreproducción, invertir billones en aumentar la capacidad productiva es poco menos que demencial. Sin embargo esto es lo que se ha hecho. China tiene 117 empresas constructoras de automóviles. Todas han conseguido subsidios (a parte de una plan E a la china) para aumentar su capacidad productiva en un 30% en 2009. Algo similar ha ocurrido en los demás sectores (aluminio, teléfonos móviles, ordenadores, ....) El resultado es una saturación de los mercados mundiales y la depresión imparable de los precios ante la imperiosa necesidad de colocar los colosales excedentes chinos.


Reestructuración de la división internacional del trabajo


Las grandes compañías multinacionales han diseñado una compleja red transnacional en la cual las potencias industriales asiáticas exportan partes y componentes a China donde son ensamblados y exportados a occidente. China se ha convertido en la pieza central del esquema aumentando su cuota en productos del sector de la tecnología de la información y la comunicación (TIC) de menos del 3% del total de las exportaciones mundiales en 1992 al 24% en 2006.


En la actualidad más del 60% de las importaciones norteamericanas procedentes de China provienen de las factorías instaladas en aquel país por las multinacionales USA. Algunas de las más beneficiadas son las firmas que importan y comercializan los productos chinos. Los CEOs de WalMart son verdaderos expertos en relaciones con la nomenclatura china que les asegura el mantenimiento de condiciones draconianas de trabajo en los talleres que suministran los productos que WalMart dispone graciosamente en sus estanterías.

El modelo capitalista chino está seriamente tocado. Si no se produce una rápida recuperación de la demanda mundial la sobrecapacidad instalada quedará sin utilizar. De ahí al desempleo masivo y a la implosión económica, social y política no hay más que un paso. China precisa liberarse del corsé impuesto por las multinacionales reconvirtiendo su economía a favor de las masas chinas, aumentando sus salarios para generar una demanda interna que reoriente su estructura productiva hacia el mercado interior.

El yuan, el dólar y las multinacionales


Este giro podría significar una esperanza frente a la depresión mundial galopante. La baja cotización de la moneda china actúa como un subsidio a sus exportaciones. Si el yuan se revaluara y se equilibrara la balanza comercial se desincentivaría la deriva deslocalizadora que está dejando en el paro a buena parte de la fuerza laboral occidental.


Así pues, a las "naciones" occidentales les conviene la apreciación del yuan pero a las multinacionales, incluidas las norteamericanas, no.

Hasta los 70, los EEUU eran un potencia industrial que prestaba al resto del mundo para que le compraran sus exportaciones. En la actualidad es China la que presta masivamente a unos hiper-endeudados y desindustrializados EEUU para que puedan seguir lanzando y manteniendo guerras imperialistas.

China adquiere deuda pública a largo plazo USA para colocar sus enormes excedentes comerciales. Si dejara de hacerlo las montañas de divisas acumuladas forzarían la subida del tipo de cambio del yuan respecto al dólar. China está subvencionando a su sector exportador al mantener baja la cotización del yuan, todo ello en beneficio de las multinacionales instaladas en su territorio (muchas de capital USA).

USA. Empleo en el sector industrial

Una vez socializadas sus pérdidas tras la debacle del tinglado financiero a costa de las finanzas públicas, el lobby multinacional está enarbolando el fantasma de "la amenaza China" para justificar el ataque sin cuartel al gasto social en unos EEUU en plena depresión. La altisonante campaña desatada contra el déficit fiscal se basa (mutis sobre el gasto militar o los rescates financieros) en la eventualidad de que China deje de comprar deuda USA porque entonces los EEUU se verían obligados a monetizarla y ello podría generar una inflación a la Mugabe y desestabilizar el sistema monetario internacional.

Tanto la FED (Banco central USA) como el Banco Central Chino constituyen bombas de inyección de liquidez comprando activos financieros a largo y corto plazo (privados y públicos). Desde que estallara la crisis financiera han adquirido ingentes cantidades de títulos hipotecarios y bonos del Tesoro. La derecha argumenta que si la bomba china deja de funcionar los intereses en USA se dispararán ahogando la recuperación. El argumento es falso puesto que la FED adquiriría los bonos que quedaran sin colocación dejando los tipos en su nivel habitual.

Por otra parte, si China deja de adquirir deuda USA el yuan se revalorizará y la relación comercial entre ambos países se reequilibraría en cierto grado. Al resultar más caros los productos importados de China podría producirse una subida puntual de los precios en USA, subida no inflacionaria que pronto quedaría neutralizada por la tendencia deflacionaria de la depresión. El reequilibrio comercial facilitaría en cambio la relocalización industrial y la recuperación.

Así pues, tanto a la corrupta cleptocracia china como a Wall Street y las multinacionales USA les conviene mantener la actual situación de desequilibrio sine die. De lo que se trata es de confundir y atemorizar al ciudadano para desviar todo el coste de la crisis sobre los más desfavorecidos.

La cabina de mando de la gran depresión


Ni los jefes de gobierno occidentales, Obama incluido, ni los capitostes del PC chino están en la cabina al mando de los controles. Las grandes multinacionales no van a permitir alternativa alguna al tinglado montado exclusivamente en su favor y en el que China ocupa el lugar central. En 2007 más de los 2/3 del sector industrial chino estaba en manos de multinacionales extranjeras y las compañías norteamericanas que operan en China representan más del 60 % de las exportaciones chinas a EEUU. La política de tipos de cambio china no se fija en Beijing sino en Dabos. El gobierno chino se ha convertido en una verdadera criatura de las multinacionales, un desclasado títere, codicioso y asustadizo (ante una masa de trabajadores cada vez más descontenta) ,que va dando palos de ciego al son que le marcan los verdaderos pilotos de la Gran Depresión.

links:

Martin Hart-Landsberg: The U.S. Economy and China
Mike Whitney: Is the Vaunted Chinese Economy About to Pop?