El crac del 29 pulverizó la cabeza de la serpiente especulativa iniciando la gran depresión. A principios de los treinta, en medio de un chorro de pronósticos optimistas, la bolsa renació de sus cenizas con subidas espectaculares. Pero se trataba de la cola de la serpiente, capaz de seguir agitándose en medio de sus propias vísceras.
Comercio internacional durante la gran depresión de los años 30
John K. Galbraith: El crac del 29. "Tras el crac de 1929, en enero, febrero y marzo de 1930 la bolsa mostró una recuperación sustancial. Después, en abril, la recuperación perdió impulso y en junio tuvo lugar un nuevo y grave retroceso. A partir de entonces, con pocas excepciones el mercado fue decayendo, semana tras semana, mes tras mes y año tras año..."
La economía, tras la crisis aguda del 2008 y la hospitalización subsiguiente, permanece entubada al suero público para evitar el colapso y el coma. La periferia europea (PIGS y países del Este) es un velódromo de corredores desequilibrados, semifallidos o al borde de la implosión. Infra-demanda, sub-consumo, insolvencia, sobre-capaciad, caída en picado del comercio internacional, paro y sobreproducción retroalimentándose en una espiral infernal.
¿Y la bolsa?
Anthony Bolton, responsable de inversiones de Fidelity. "Nos enfrentamos a un mercado alcista que se prolongará durante años"
Escalando a todo gas como en los viejos tiempos de la burbuja (desde marzo acumula ya un 60%). La ludopatía conlleva estas aparentes contradicciones. De la huida atropellada a un "rally" torero desenfrenado. Bank of America de 2,56 $/acción a 17 $/acción, JP. Morgan, de 17 $/acción a 47 $/acción, BNP PARIBAS, de 22 €/acción a 56 €/acción, Banco de Santander, de 4 €/acción a 11,6 €/acción. La constructora OHL, de 6,2 €/acción a 20 €/acción.... Si Lehman Brothers siguiera en el parquet seguro que habría, por lo menos, triplicado el valor de sus títulos.
Es como si la crisis no hubiera ocurrido en realidad. De nuevo la burbuja. Cualquier cálculo o índice realista es vilipendiado o simplemente ignorado. En el tropel compulsivo, el ganado especulativo interpreta cualquier índice en el sentido de la dirección que ha tomado la estampida. Los programas de encubrimiento del paro (Kurzarbeit) en Alemania o Japón aparecen como una "recuperación del empleo" en otoño. El irracional acaparamiento de materias primas por parte de China en previsión de una recuperación de la demanda (en algún otro planeta) se interpreta como el inicio de la recuperación a partir de América Latina (sic!) ...
Bancos zombie (instituciones semifallidas), siguen refinanciando inmobiliarias desballestadas por la crisis, intercambiando créditos fallidos por inmuebles invendibles y amañando sus balances. Esto basta para que sus cotizaciones en bolsa se disparen y se atrevan incluso a anunciar que están dispuestos recapitalizarse y a devolver parte de las ingentes ayudas públicas que recibieron. No venden "sus" enormes stocks inmobiliarios para mantener los precios y sustentar así la más que dudosa "solidez" de sus balances. No prestan. Sus anunciados "beneficios" vienen de su único "negocio" actual: pedir prestado al Banco Central Europeo para adquirir deuda pública y beneficiarse del diferencial en los tipos de interés (piden dinero al BCE al 1% y lo invierten en bonos públicos al 3,5%).
El especulador vuelve a sentir el fluir de la adrenalina en sus venas. Es el "rally" que está pasando delante de tus narices y al que hay subirse ya!. Si la tendencia es alcista, cualquier reestructuración empresarial, supresión de puestos de trabajo, relocalización o fusión ... se toma como una saludable reducción de costes que se convertirá en dividendos. Las cotizaciones del 2007 volverán, y, por que no, se superarán.
La burbuja de 2009. Especulando en sus propias vísceras
Le denominan "sweet spot" (crecimiento bajo, tipos de interés deprimidos, ausencia de inflación). La mayoría inversores y analistas de bolsa, están convencidos de que el rally actual, en las actuales condiciones económicas, seguirá y seguirá.
Cualquier estudiante de 1º de economía sabe que un crecimiento sostenido de los beneficios paralelo a una sostenida contracción de las ventas, es la cuadratura del círculo.
Todos saben que la mayoría de las compañías cotizadas tienen sus cuentas completamente amañadas y pueden presentar beneficios según les convenga (el maquillaje, por definición, es temporal y la triste realidad del despertar mañanero aparece antes o después). Con la cifra de negocio (ventas) en caída libre y una reducción interanual de los ingresos (cash flow) de más del 30%, la única forma de "obtener" beneficios sería a base de reducciones hiperbólicas de costes o descarados manejos contables.
Es de todos conocido que el estancamiento de las ventas y el colapso del comercio internacional persisten a pesar de los ingentes rescates financieros y la magnitud sin precedentes de la intervención pública. El endeudamiento público está alcanzando tales proporciones que estados como Hungría, los Países Bálticos, Rumanía, Bulgaria, ... están ingresando en tropel en la UVI del Fondo Monetario Internacional o su equivalente europeo (los controles de pilotaje de sus economías pasando a manos de estos prestamistas de última instancia) y en la cola se apelotonan, Portugal, Irlanda, Grecia y España (PIGS) que podrían ingresar en el club en menos que canta un gallo.
Pero todo da igual, no importa. Las trampas contables, los despidos recurrentes, los fondos públicos malbaratados, las oportunidades de corrección desaprovechadas, ... Lo que importa es que el "rally" está en marcha y escalando, y hay que pillarlo a tiempo antes de que cambie la tendencia y se desplome.
En los años 30 ocurrió algo parecido. El crac del 29 pulverizó la cabeza de la serpiente especulativa iniciando la gran depresión. A principios de los treinta, en medio de un chorro de pronósticos optimistas, la bolsa renació de sus cenizas con subidas espectaculares. Pero se trataba de la cola de la serpiente, capaz de seguir agitándose en medio de sus propias vísceras.
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