Rudiger Dornbusch: "La crisis tarda mucho más tiempo en llegar de lo que piensas y luego se desarrolla mucho más rápidamente de lo que habías pensado."
Anders Åslund: "Si los recortes son grandes, la gente se da cuenta de la gravedad de la crisis, y lo imposible se convierte en políticamente necesario. Los rcortes profundos han de ser selectivos y estructurales para que puedan mejorar la eficiencia económica".
Devaluación interna. El caso de Letonia (el revote del gato muerto)
El término "devaluación interna" fue acuñado por economistas de la secta neoliberal (Åslund, Samuelson, ...) que intentan demostrar que la austeridad funciona. El ejemplo a emular serían los de Letonia e Irlanda, que socializaron las deudas y pérdidas bancarias privadas a costa del colapso de la economía y de sus estructuras sociales. En el caso de Letonia, con moneda propia, la "estrategia" fue la de mantener la paridad pegada al euro, sustituyendo la devaluación monetaria por la "devaluación interna" para recuperar competitividad.
El "éxito" de Letonia significa que los bancos suecos prestamistas no han sufrido quebranto alguno. A diferencia de Islandia, no hubo quita sino que toda la deuda privada se convirtió en pública (banco malo o similar). El PIB se contrajo en un 25%. Los salarios públicos -30%. El desempleo y la emigración se dispararon. La deuda pública aumentó en los 4.400 millones prestados por el FMI y la UE.
El PIB en 2010 era igual al de 1990
Los cánticos sobre la milagrosa "recuperación" del mejor alumno de la escuela de la austeridad se entonan porque el país parece haber vuelto tímidamente a la senda del crecimiento con un paro inferior al 15% (sin emigración estarían en el 25%). Pero esta "recuperación" parece más el revote del gato muerto: al subdesarrollo estructural que han propiciado los neoliberales Åslund y Cia (no hay política industrial, impuestos bajos a los ricos, dependencia total de la inversión extranjera directa) se suma la enorme losa financiera a repartir entre los pocos letones que se quedan. Letonia ha sido esquilmada de cualquier base económica para una recuperación sólida y duradera.
Devaluación interna para el conjunto de la UE. Fases
La estrategia global del capitalismo monopolista neoliberal, es decir, de las grandes corporaciones multinacionales, se está desenvolviendo en dos fases:
1ª fase
- Deslocalización:
Centralizar la producción global en unos pocos polos exportadores en los que la concentración industrial conlleva fuertes economías de escala que reducen los costes de explotación y por tanto aumentan los beneficios. Se produce también una cierta especialización en las zonas industrializadas (polos intensivos en capital, con salarios bajos y polución controlada – hinterland alemán, Japón, Corea, ... - y polos intensivos en mano de obra, con salarios infrahumanos y polución descontrolada – hinterland chino, Vietnam, ...). El tejido industrial desaparece del resto del globo. Los países de la periferia (EEUU incluido) se convierten en economías de servicios en declive.
- Financiarización:
Los polos industrializados registran superávits permanentes y crecientes y como contrapartida la periferia registra déficits permanentes y crecientes. La financiación de dichos déficits corre a cargo de un sistema financiero privado hipertrofiado y especulativo que se ha convertido en un verdadero tumor cancerígeno que inunda el planeta con una metástasis infernal de “productos financieros”, fichas de un casino global cuya banca es propiedad de unos cuantos magnates, está asegurada con fondos públicos y dispone de sicarios especializados (FMI, Comisión Europea, FED, BCE) en caso de problemas de recaudación.
- Endeudamiento de la periferia:
El desmantelamiento industrial de la periferia ha venido acompañado de una oleada de burbujas especulativas que han convertido a las economías periféricas en deudores crónicos, con el subsiguiente traspaso del endeudamiento al sector público y susceptibles de caer en un régimen de esclavitud por deudas.
2ª fase
Subdesarrollo de la periferia:
Tradicionalmente los países “desarrollados” han sido los “industrializados” mientras que los “subdesarrollados” han sido los poco o nada industrializados (salvo las escasas excepciones de países que han conseguido mantener el control sobre sus reservas de materias primas estratégicas)
Durante la 1ª fase, y gracias a sucesivas oleadas de especulación-endeudamiento, parecía como si un país desindustrializado podía seguir siendo un país “desarrollado”. El ejemplo más “evidente” era el de EEUU, que se estaba desindustrializando a marchas forzadas pero que gracias a supuestos “servicios” de alto valor añadido mantenía su categoría de país desarrollado. Económicamente cierto tipo de servicios, como los personales, no son transferibles. Lo cierto es que, a excepción de Wall Street, los servicios de alto valor añadido también acababan deslocalizándose (Bangalore) y el endeudamiento, a partir de ciertos niveles, se hizo insostenible. Aquella fase terminó, como era previsible, con el sunami financiero de 2008.
La deuda no es algo que fluya, no es un flujo sino un stock; se acumula y permanece. No cabe pues una repetición de la primera fase. El futuro para el conjunto de la periferia desindustrializada y no competitiva, incluyendo a los EEUU, es la caída acelerada, a la manera Argentina, en el pozo sin fondo de la depresión y el subdesarrollo.
En los 90 algunos países experimentaron la rápida sucesión de ambas fases. Argentina, el país más desarrollado de América Latina, sometida por los mercados a un combinado, semejante al europeo, de endeudamiento exterior y paridad fija, experimentó una especie de ensayo general de la ingeniería económica neoliberal diseñada para los países de la periferia. Rusia, sometida a una terapia neoliberal criminal en los 90 (1 millón de personas menos cada año), se ha convertido en un verdadero equilibrista al borde del subdesarrollo gracias a haber recuperado el control sobre algunas de sus materias primas estratégicas. El mismo destino aguarda a EEUU, RU, Irlanda, Grecia, Portugal, España, Italia, … en esta segunda fase. El progresivo desmantelamiento de los servicios públicos y la rápida pauperización en masa de la población forman parte de la hoja de ruta neoliberal diseñada para la periferia.
- Europa y la Globalización neoliberal: Devaluación interna a la carta
La Unión Europea, en cuanto que unión de los europeos, fue progresivamente liquidada durante la primera fase descrita más arriba. Las aspiraciones europeístas fueron traicionadas reconvirtiendo todo el entramado institucional para ponerlo al servicio de de la estrategia de los bancos y las grandes corporaciones, una verdadera trampa monetaria y financiera en pro de la deslocalización industrial y al hiper-endeudamiento de la periferia.
Bajo el yugo del euro y el azote de los mercados, la periferia europea se devalúa y se precipita rápidamente hacia el subdesarrollo. Más austeridad – devaluación interna - significa menos recuperación y por lo tanto menos solvencia. La espiral de la deuda. Los ciudadanos periféricos van ha ser rápidamente despojados de sus salarios, sus viviendas, sus pensiones, sus servicios públicos, sus infraestructuras, su salud y sus vidas. Las condiciones impuestas sobre los griegos son peores que las que se impusieron sobre Argentina. El neoliberalismo prescinde de la ciudadanía, precisa obreros de usar y tirar; y en aras a la diosa competitividad habrá que sacrificar cualquier atisbo desarrollado de estado del bienestar.
- Ausencia de locomotoras
Durante las anteriores crisis, recesiones o depresiones económicas, siempre aparecía una “locomotora”, al modo del 7º de caballería, dispuesta a rescatarnos del abismo. Inglaterra, EEUU, Alemania, Japón, han actuado como locomotoras en momentos críticos para el sistema. En la crisis actual EEUU y Japón no cuentan; los candidatos deberían ser Alemania y China, pero para ello sería preciso que alemanes y chinos emplearan sus excedentes en aumentar su consumo interno y por tanto sus importaciones. Esto no va ha ocurrir puesto que las industrias ubicadas en Alemania o en China no son “alemanas” o “chinas” sino sucursales de grandes corporaciones internacionales sin ningún interés particular por mejorar la situación de los alemanes o los chinos sino más bien todo lo contrario.
Si China revalorara el yuan, los chinos tendrían mayor poder adquisitivo pero las multinacionales (muchas norteamericanas) perderían clientes. China no va ser una locomotora puesto que en china no gobierna el PC chino, sino los consejos de administración de las multinacionales. Lo mismo ocurre en Alemania. Quien dirige su economía no es la sra. A. Merkel sino los bancos ludópatas y los camerinos de las grandes corporaciones cuyos intereses no coinciden con los ciudadanos alemanes.
Sin locomotoras y sometidos a un régimen de esclavitud por deudas, el pelotón de las economías periféricas ha emprendido definitivamente el tour del subdesarrollo.
Uncat. Una movilización para hacer pagar impuestos a las multinacionales
Las multinacionales han perdido interés en sus países de origen y pagan pocos o ningún impuesto. Instituciones internacionales como el FMI, el BM, el BCE, la Unión Europea, la OMC, la OMS, la ONU, ... obedecen sumisamente sus dictados y defienden sus intereses mejor que lo haría un gobierno nacional. En todo caso, son los rescates con fondos públicos de su país de origen lo único que les interesa. En R.U. y en EEUU está desarrollándose una fuerte movilización contra las multinacionales, propias y de afuera, para forzarlas a pagar los impuestos que escamotean. Se trata de Uncat, un movimiento que se extiende rápidamente por Europa.
La inmensa base de la pirámide global
El conjunto del planeta ha entrado en una fase de Depresión Permanente en la que un país tras otro irán cayendo en el subdesarrollo, el chabolismo, la criminalidad, la desnutrición y la miseria generalizada: la base de la pirámide, en la que el neoliberalismo también está aprendiendo a hacer negocios.
1 comentario:
Enhorabuena por el blog!! Muy necesario!
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